- Electrocardiograma: Debe realizarse en todos los pacientes con sospecha de insuficiencia cardíaca. Las alteraciones electrocardiográficas son frecuentes y reflejan cambios estructurales del corazón como trastornos en la conducción, patrones de hipertrofia, agrandamiento y/o sobrecarga. Frecuentemente no sugieren la etiología. Las ondas Q patológicas pueden indicar la presencia de secuela de infarto de miocardio. Uno de los principales aportes esta en la determinación del ritmo cardíaco y el diagnóstico de arritmias.
- Radiografía de tórax: Debe realizarse en todos los pacientes con sospecha de insuficiencia cardíaca. El hallazgo de cardiomegalia, signos de congestion venocapilar, como redistribución del flujo vascular pulmonar hacia los vértices y/o edema intersticios pulmonar, son signos de insuficiencia cardíaca.
- Ecocardiograma y doppler: Son el principal método complementario de imágenes, son de rutina en la evaluación inicial y en el seguimiento. Permite objetivar los trastornos estructurales moicárdicos, valuares y /o pericárdicos y define la presencia de disfunción sistólica y/o diastólica.
- Resonancia magnética: Puede ser complementario al ecocardiograma, especialmente en el diagnóstico no invasivo de miocarditis y otras miocardiopatías, como amiloidosis o enfermedad de Fabre. La presencia de realce tardío se asocia con pronóstico adverso.
- Examenes de laboratorio:
Referencia: Argente, A. Horacio; Álvarez, E. Marcelo. Semiología Médica: fisiopatología, semiotecnia y propedéutica: enseñanza-aprendizaje centrada en la persona. 2da edición. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2013.
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